domingo, 19 de enero de 2014

François Viète

François Viète (1540-1603) fue un matemático francés que realizó tempranos aportes al álgebra. Había crecido en la región francesa de Poitou y en 1556 ingresó de la Universidad de Poitiers con el objeto de estudiar jurisprudencia. Durante su periodo de prácticas de esta disciplina, entre 1560 y 1564, comenzó a cultivar como aficiones la criptografía y las matemáticas. La primera materia le fue de utilidad cuando en 1570 se trasladó a París para ser nombrado, poco después, oficial de la corte de Carlos IX. La persecución de que eran objeto los hugonotes le obligó a ocultarse en 1584, tiempo que consagró al estudio de las matemáticas realizando trabajos de importancia histórica.

   Cinco años después Enrique IV sucedía a Carlos, y Viète regresó a la corte real. Durante la guerra emprendida contra España, Viète descifró la clave secreta que usaban los españoles para comunicarse entre sí, lo que permitió descubrir el contenido de los despachos interceptados entre Felipe II y su embajada. En 1602 fue expulsado de la corte, falleciendo al poco tiempo.

   Las investigaciones matemáticas de Viète se concentraron en el álgebra, cuyo estudio aplicó a la resolución de problemas geométricos. Empleo letras para denostar constantes y variables, introduciendo además los términos «coeficiente» y «negativo». Mediante el uso de los métodos algebraicos halló la solución de un problema que remitía a la época de Apolonio, el de la construcción de un círculo que tocara a otros tres círculos dados.

   Viète publicó un estudio sistemático acerca de cómo resolver problemas en el plano y en la trigonometría esférica, haciendo uso, por primera vez, del conjunto de las seis funciones trigonométricas. La ley del coseno para triángulos en un plano y la ley de las tangentes eran otros de los artilugios matemáticos que incluyó nuestro autor en su obra. Asimismo, descubrió una solución nueva y elegante para la ecuación cúbica general utilizando a este respecto fórmulas trigonométricas de ángulo múltiple. Las relaciones, hoy familiares, entre las raíces de una ecuación algebraica, sus coeficientes y las potencias de las incógnitas también fueron obra suya. Siempre mostró preferencia por establecer sus identidades y pruebas algebraicas y no geométricamente, marcando con ello un hito en la historia de su disciplina.

(Textos extraídos del “Diccionario básico de científicos” de David Millar y otros – Ed. Tecnos SA)

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